domingo, 23 de septiembre de 2012

Si haces deporte ..... La fisioterapia ayuda a prevenir la lesión de tu suelo pélvico!!


Dos mujeres corriendo en la playa
Picasso 1922
Las pérdidas de orina durante la práctica deportiva son más frecuentes de lo que nos  pensamos (hasta el 80% según deportes), y su incomodidad lleva a muchas mujeres a abandonar la realización de ejercicio físico, con la consiguiente disminución de su calidad de vida.

La toma de consciencia de que la realización de deportes que impliquen saltos, impactos, frenadas bruscas, o carga de pesos (carrera, aerobic, baloncesto, halterofilia...) es un factor de riesgo para tener incontinencia urinaria y/o de gases y/o fecal y/o prolapso genital, es básica para poder realizar prevención adaptando el entrenamiento y la propia práctica. Esto debe ser especialmente importante para las mujeres que ya tengan pérdidas o síntomas de prolapso o para las que acumulen otros factores de riesgo.


 
Empecemos por el principio, ¿de qué estamos hablando?
 
La incontinencia urinaria es cualquier pérdida involuntaria de orina. Se da más en la mujer que el hombre por su anatomía y características físicas. La incontinencia urinaria de esfuerzo es el tipo más frecuente, y  es aquella pérdida que se produce al realizar un esfuerzo, estornudar o toser. Con fisioterapia se recupera la funcionalidad muscular para la correcta contención.

La incontinencia de gases o fecal es cualquier pérdida involuntaria de gases o heces. Con fisioterapia puede trabajarse las incontinencias funcionales (de origen rectal por alteración de la sensibilidad o origen anal por alteración de los esfínteres musculares).

El prolapso genital es el descenso de una parte o víscera a través de la vagina, que inicialmente es asintomático o bien se nota un bulto o pesadez. Es una afectación más frecuente entre las mujeres mayores. Con fisioterapia puede corregirse un prolapso leve y mejorar uno moderado; si es mayor su solución es ya quirúrgica.

El principal factor de riesgo de estas afectaciones es el embarazo y el parto vaginal, pero otro factor a tener en cuenta es la realización de prácticas deportivas de impacto. Además de esto, influyen los casos previos en la familia, obesidad, diabetes, enfermedades neurológicas o respiratorias, factores físicos y posturales, intervenciones quirúrgicas en la zona, estreñimiento...
 
Estas prácticas generan estrés de todas las estructuras musculares y conjuntivas pélvicas y perineales debido a los impactos, así como fuertes presiones en la cavidad abdómino-pélvica que también han de ser contrarrestadas por las mismas estructuras.  El efecto percutivo que daña el suelo pélvico y que favorece la hipotonía muscular, se agrava ante  las alteraciones posturales como una lordosis excesiva o  la hipotonía de la faja abdominal.

Y  hay que tener en cuenta que un suelo pélvico dañado repercute en todas sus funciones: micción, defecación, continencia, relaciones sexuales, sujeción de vísceras pélvicas, parto y estabilidad lumbar.
 
Pasemos a la práctica, ¿cómo se ha de adaptar del entrenamiento para hacer prevención? 

Algunas ideas -que no pretenden ser excluyentes ni exclusivas-:
  • Mejorar el  tono de la cincha abdominal y suelo pélvico, para lo que recomiendo la práctica de la Gimnasia Abdominal hipopresiva (M.Caufriez)
  • Revisar el suelo pélvico con un  fisioterapeuta especializado, que ha de valorar si existe el tono y la fuerza adecuada y mejorarlo si es preciso, que ha de garantizar que se realiza una contracción correcta,  y de forma más específica, enseñar a realizar contracción perineal antes del esfuerzo deportivo para contrarrestar el efecto del impacto.
  • En deportes con carreras, saltos o levantamiento de pesos, usar dispositivos intravaginales tipo paraguas (se despliegan una vez dentro) para prevenir el descenso de órganos. Como hay 3 tallas, es mejor pedir consejo a un fisioterapeuta especializado sobre cual usar.
  • Si no hay más remedio que realizar abdominales clásicas, adaptarlas llevándolas a cabo en espiración, realizando una contracción previa no máxima del suelo pélvico, teniendo los pies apoyados y flexionar muy poco el tronco apenas levantando los hombros.
Y si ya existen pérdidas al realizar esfuerzos y/o sensación de bulto, lo mejor es visitar un fisioterapeuta que valore cómo se puede tratar.

Disfruta del deporte pero con consciencia de tu suelo pélvico, porque cuidarte ahora es estar mejor hoy y mañana!!

Evidencia científica:
Caetano AS, Tavares MCGCF, Lopes MHB. Urinary incontinence and physical activity practice. Rev Bras Med Esporte    Jul  Ago 2007; 13 (4): 245-8. http://www.scielo.br/pdf/rbme/v13n4/en_12.pdf

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